viernes, 4 de diciembre de 2009

Examen Final

Impacto de los medios de comunicación en la sociedad

Deseo empezar este reportaje hablando del impacto que puede tener la comunicación y precisamente escrita, sabiendo que los medios de comunicación influyen permanentemente en la sociedad, modificando sus modos de vida, sus elecciones, sus costumbres, el consumo y la opinión pública en donde hoy en día, constituyen una herramienta eficaz que nos permiten mantenernos en continua comunicación con los distintos sucesos sociales, políticos y económicos tanto nacionales como internacionales. Se han incorporado rápidamente en nuestra sociedad; es cada vez mayor su importancia. Influyen sobre la forma de actuar y de pensar de las personas, logran modificar la forma en que los hombres conocen y comprenden la realidad que los rodea, máxime en tiempos de crisis como en el que estamos viviendo.

Pero todas las ventajas que nos brindan los medios de comunicación masivos pueden convertirse en graves inconvenientes si no son utilizados correctamente. En la actualidad este problema preocupa a la mayoría de la población costarricense, donde padres como hijo no saben que canal pasar, o que hoja de periódico ver para no estar inmersos en tantos sucesos, donde se manipula a la sociedad de una forma abrupta y concisa además disminuye las relacione afectivas, la sociabilización y el contacto con lo natural.

Me refiero en especial a la prensa escrita que es representativa y una de las más antiguas, en donde a través de la historia hemos sabido las repercusiones políticas que se le atribuyeron o llevaron en algún momento a acuñar la expresión "cuarto poder", para referirse a su capacidad de incidir en la opinión pública y en última instancia, en las sociedades democráticas, sobre los votantes y la influencia, poder y legitimidad de la misma.

Sabiendo que las noticias se relacionan con la constatación de hechos más que con su interpretación. Sin embargo no es posible hacer constatación químicamente pura de los hechos. La misma declaración de que algo es un hecho, y luego una noticia, ya implica una interpretación subjetiva del primer espectador, que es el periodista. Ni siquiera la imagen de televisión ni el sonido en directo proporcionan la realidad tal cual es.
La información emitida siempre debe ser objetiva, o sea, el relato o descripción de los acontecimientos sin agregado alguno, sin interpretaciones especiales y sin calificativos deformantes.

Ahora vamos al punto, queremos evidenciar el caso del diario “La Extra” en donde su sensacionalismo sobre pasa entendimiento, en años pasados una fuerte acusación presentada frente al Colegio de Periodistas costarricenses, como quien no quiere la cosa, publicó un pronunciamiento flojísimo. El Instituto de Prensa y Libertad de Expresión fue mucho más contundente, e hizo circular una reprimenda bastante más enérgica.

No es para menos, las publicaciones diarias que solo son un ejemplo más. Diario Extra ha irrespetado sistemáticamente el dolor y la dignidad de las víctimas de hechos violentos y dramáticos en Costa Rica, años tras años y más crítico aún traspasando fronteras.
El periódico ha acostumbrado a su masivo conjunto de lectores, a sus dosis constantes de morbo, sensacionalismo, amarillismo y propaganda falsa en todo ámbito, la condena generalizada de la opinión pública no solo era esperable, es más que merecida.
Pero luego apareció en línea una petición, que ha sido firmada por casi mil personas, que echa por tierra cualquier buena intención. El escueto e informal texto pide la intervención (y por ende la regulación) por parte de “la Oficina de Censura” en “este tipo de publicación”.
Como cultura general la “oficina de censura” se llama en realidad Oficina de Control y Calificación de Espectáculos Públicos. Es una entidad absurda, un vestigio aún latente de una Costa Rica obsoleta y que debería haber sido sepultada en el olvido hace muchos años. Una oficina donde una doña decide lo que es moral e inmoral, lo que es correcto e incorrecto, lo que es sano e insano, lo que debemos ver, oir o leer, y lo que no. ¿A quién le puede parecer sensato someter a un ente semejante, la regulación de lo que se publica o difunde en los medios de comunicación?
No se puede creer en la libertad de expresión y en la censura al mismo tiempo, porque la existencia de una, implica la anulación de la otra.
Los ciudadanos cuentan con instrumentos efectivos para expresar su disgusto e indignación ante una publicación. El mejor, desde mi punto de vista, es el boicot comercial. Si en lugar de repetir como urracas las mismas quejas añejas, concretáramos en acciones nuestros malestares, muchos abusos no se cometerían en nuestra prensa.
Es tiempo de que el malestar y la indignación se traduzcan en acciones reales con un concreto poder de incidencia. Pero seguirnos regodeando en quejas y respaldando con nuestro nombre ideas absurdas, es un juego tan ridículo como peligroso.
Hace unos meses atrás tuve la posibilidad de hablar con una colega de nacionalidad dominicana, Dalgis Villavicencio, quien justamente me comenta que en República Dominicana el periódico costarricense más visto en su país es Diario la Extra, y no justamente por su contenido editorial sino por las miles de críticas que constantemente lanzan a sus compatriotas Dominicanos, me expresa abiertamente el mencionado tema “Tierra Dominicana”., que sonó fuerte mente en los medios de comunicación y retumbo en sus oídos, el carácter noticioso de un periodista de la Extra llamado “la llamada zona ‘Tierra Dominicana’, mencionaba claramente que en el centro de San José, se convirtió en el sitio de reunión de gente proclive a perpetrar actos delictivos”.

El comunicador basa su reportaje en puras intuiciones y prejuicios contra los dominicanos por parte de dos autoridades policiales de la capital tica. Uno de ellos, Rafael Arias, signado como jefe de Seguridad de la Municipalidad de San José afirma que “podemos afirmarlo porque los policías nuestros los ven todos los días con dinero y no trabajan. Se reúnen grupos grandes en alguno de los lugares”.
De su parte, Raúl Rivera, jefe de la Fuerza Pública para la región de San José, dijo que “es un punto de reunión de extranjeros, que no trabajan pero que se desarrollan en el lugar todos los días. Los tenemos identificados. No se les puede atribuir otras cosas porque no hay pruebas de que participaron en algún acto ilícito. Esta situación no es de ahora”.
Ante ello Villavicencio se expresa del medio informativo como “injusto, poco informado y desvaluado la serie de comentarios” ante ello procuramos conocer la opinión del señor Mario Ugalde Cordero, Sub director del Diario la Extra, sin embargo fue imposible localizarle.


No hay comentarios: